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Autor: Factoría de Talento

VINCIT QUI SE VINCIT

«Vincit qui se vincit» fue una frase muy famosa en la Antigua Roma, utilizada por un autor romano que se traduce algo así como «Vence el que se vence» o «Vence aquel que se vence a sí mismo». Hay dos interpretaciones muy bonitas acerca de esta frase y que me parecen muy interesantes que giran en torno a la autodisciplina, el autoconocimiento, el autocontrol y la capacidad de superar las propias limitaciones.

Por un lado, se puede entender que al fin y al cabo, solo consigue verdaderamente cumplir sus objetivos aquel que se conoce a sí mismo. Conocerse a sí mismo implica saber tanto tus limitaciones como tus fortalezas. Entender cómo gestionas emociones, situaciones, que te hace feliz y que es lo que te motiva. Conocerte es de vez en cuando sentarte contigo mismo y entender el porqué de lo que haces y muchas veces también el cómo. Porque como dijo Tao Te Ching «Conocer a otros es inteligencia, conocerse a sí mismos es sabiduría. Manejar a otros es fuerza, manejarse a sí mismos es verdadero poder».

Y estoy convencido de que este es uno de los factores que marcan la diferencia. Saber priorizar en base a tus capacidades, emociones y preferencias. Saber porque vas en la dirección que vas y cuál es la mejor forma de construir el camino. Porque se dice mucho que al éxito se llega cogiendo los caminos correctos, pero yo creo que el camino lo haces tú. Y para ello tienes que tener claro qué quieres construir, qué puedes construir y cómo quieres construirlo. Parar un momento en este mundo tan acelerado para hablar contigo mismo, para saber entenderte a ti.

Por otro lado, en la primera interpretación se considera al autoconocimiento como una herramienta por decirlo así. Pero la otra famosa interpretación y la que creo que de verdad es interesante, es que el conocerse a sí mismo es la verdadera meta. El que se vence a si mismo es el que alcanza la verdadera victoria. Gastamos muchos esfuerzos en analizar por qué las personas actúan como actúan, pero pocos en analizar porque actuamos como lo hacemos. Y se considera que está es la meta porque, una vez consigues entenderte a ti mismo, eres capaz de gestionar a la perfección tus impulsos, emociones, saber en qué situaciones ponerte para sacar tu máximo rendimiento y, en definitiva, te sientes pleno, satisfecho, orgulloso y consciente de tus acciones. Es decir, como he mencionado al principio, es un indicador directo de tranquilidad, consciencia, capacidad de superarse a sí mismo y autodisciplina. Conocerte a ti mismo es como tener un flotador en el agua, por muchas veces que te hundas vas a acabar encontrando la manera de volver a la superficie.

Hay muchas formaciones que tratan acerca de entender a personas, de comunicarse con ellas y de trabajar en equipo. Pero pocas tratan acerca de conocerte a ti mismo, comunicarte contigo mismo y saber trabajar con tu mejor aliado: tú mismo. Este es uno de los factores que diferencia Factoría de Talento. La persona que entra a Factoría y la que sale, en esencia, es la misma. Solo que al salir es más consciente de quién es y quién quiere ser, de cómo trabaja en equipo, de que puede aportar y que debe dejarse aportar, que le mueve día a día, que le hace feliz y que creé que lo hará en el futuro. En definitiva, Factoría te acerca al famoso dicho «Vincit qui se vincit», porque como una vez nos dijo Ángela «Uno es sabio para conocerse a sí mismo».

Escrito por Alejandro Martínez, participante de la 11ª edición de Factoría de Talento.

LA VIDA AUTÉNTICA

El ser humano se distingue por su capacidad para reflexionar sobre su existencia y comprometerse en actividades que considera significativas. Según el filósofo Martín Heidegger, nuestras elecciones y preocupaciones puede entenderse a través de tres aspectos fundamentales.

Primero, la facticidad. La facticidad engloba las circunstancias que nos rodean al nacer: lugar, época, clase social, entre otros. Estas circunstancias moldean nuestras acciones y preocupaciones. Por ejemplo, un ser humano de hace 12.000 años no estaría preocupado por subir videos a Internet, al igual que uno actual no iría a cazar un mamut.

Segundo, la caída. La caída es nuestra inclinación por sumergirnos en lo cotidiano, cayendo en un guion de vida predeterminado (estudiar, trabajar, casarse) sin reflexionar sobre nuestro verdadero ser. Este estado nos lleva a una vida en donde ejercemos roles y actividad que asumimos por defecto, sin cuestionar si realmente es lo que valoramos o deseamos. La caída no es un juicio moral, no está mal seguir tendencias. El problema radica en el olvido del ser, en el olvido de cuestionarnos quienes somos realmente y que es lo que queremos de la vida más allá de las expectativas sociales.

Una persona atrapada únicamente en su facticidad y caída es un ejemplo de un ser viviendo una vida no autentica. Nacen en un tiempo y lugar específicos y siguen un camino trazado por otros, sin explorar alternativas.

Tercero, la existencialidad. Este concepto representa todas las oportunidades y caminos que podemos tomar en la vida. El ser humano posee una capacidad única para trascender sus circunstancias actuales y perseguir nuevas posibilidades. A diferencia de una roca que solo será una roca, el ser humano puede imaginar y lograr grandes cosas, de perseguir ser algo más de lo que actualmente es. Y es que nuestra existencia no se define solo por lo que hemos sido sino también por lo que podemos llegar a ser.

Factoría trasciende la facticidad y la caída, ofreciendo a las personas la oportunidad de descubrir su verdadera identidad y construir su propio camino. Factoría enseña que tenemos el poder de elegir lo que queremos ser, ya que siempre tenemos la posibilidad de tomar decisiones. Y cuando decides qué hacer con tu existencia, es cuando realmente logras vivir una vida auténtica.

Escrito por Cinthia Valenzuela, participante de la 11ª edición de Factoría de Talento.

UN VIAJE A LO EXTRAORDINARIO

A lo largo de estas últimas semanas, me he preguntado muchas veces cómo empezaría a
escribir estas líneas. A menudo, nos planteamos el rumbo que tomarán las cosas, solo para
descubrir que el camino que elegimos difiere de nuestras expectativas iniciales. En mi caso,
compartir mi experiencia con Factoría no es solo una oportunidad, sino una forma de
expresar la gratitud profunda que siento por la puerta que se abrió ante mí en diciembre de
2022.

Factoría ya había llamado mi atención en años anteriores, mostrándome a personas
inspiradoras de las que aprendía constantemente. No creo en las casualidades, y mi llegada
a la décima edición de este programa se sintió como una parada obligatoria en ese camino
que cada uno recorremos solos, a veces en paralelo o rodeado de otros viajeros. En mi
caso, tuve la suerte de estar rodeada de compañeros igual de excepcionales.

A veces, la vida nos presenta desafíos y depende de nosotros encontrar las herramientas
para superarlos. Cuando reflexiono sobre mi camino en Factoría de Talento, se me vienen
muchas palabras a la mente, pero ninguna define mejor mi experiencia que «extraordinaria».
Conocer a mis compañeros, de quienes he aprendido tanto y con quienes he descubierto
que las cosas pueden funcionar de maneras diferentes, ha sido todo un viaje emocional.

Conocer a mi equipo, que me ha aportado un inmenso valor en estos últimos meses y me
ha ayudado a definirme aún más. Conocer a los profesores, quienes me han guiado para
explorar mis múltiples facetas y atreverme siempre a descubrir un poco más, ha sido un
viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal.

Notar cómo el programa se ha quedado en mí, semana tras semana, me ha hecho sentirme
más consciente y agradecida por cómo la vida coloca personas en nuestro camino para
enseñarnos y enriquecernos. Atreverse a abrazar esta experiencia, disfrutarla y enfrentar el
momento en que llega a su fin ha sido uno de mis mayores aprendizajes.
A veces, simplemente debemos aceptar las oportunidades que se nos presentan, abrazar
los cambios y vivir un poco mejor. Factoría de Talento me ha inspirado a hacer exactamente
eso, y por ello, estoy profundamente agradecida.

 

Gracias, siempre.
Elena.

QUE EL TALENTO FLOREZCA

Para que una planta germine, crezca y florezca, se necesita mucho más que una buena
semilla. Se necesita un suelo repleto de nutrientes; se necesitan agua y luz del sol, en
cantidades justas. Se necesitan muchas cosas, pero, en definitiva, se necesitan tiempo y
condiciones favorables a cada tipo de planta.
¿Qué se necesita, pues, para que florezca la semilla del talento de cada uno de nosotros?
Hace unos meses, mi respuesta hubiese sido bastante diferente. A día de hoy, después de
llenar mi vida durante 6 meses de Factoría de Talento, he descubierto la magia del
querernos, uno de los mejores nutrientes para esta planta que tanto atesoramos.
Qué importante es la gente de la que nos rodeamos. Durante 6 meses, hemos aprendido
juntos, hemos creado redes de seguridad juntos, hemos compartido momentos vulnerables
juntos, hemos trabajado juntos, y sobre todo, nos hemos reído juntos. Nos hemos querido
juntos, y todas esa diversidad de semillas, brotes y plantas ha florecido con diferentes
formas y colores. Los elementos individuales de esta red de seguridad nos hemos
convertido en partes de un jardín.
Quizás el talento florece al cogernos de la mano entre nosotros. Quizás el talento florece
cuando nos sentimos a salvo al decir en voz alta lo que pensamos. Quizás el talento florece
al reírnos juntos alrededor de una mesa en el mismo bar de Conde Casal cada jueves.

Un trocito de mi cuarentena por Irache Yañez

“Pensemos en cuántas veces hemos pedido tiempo. Tiempo para terminar un trabajo. Para darnos un descanso o tiempo para nosotros. Sin nadie más. Pensemos en cuántas veces hemos querido que el día tuviera una hora más o pedido que el mundo se parara. Para tener horas y días de regalo. Y hacer con ellas no lo que debemos hacer, sino lo que queremos.

 Pues este es el momento. La cuarentena refleja una situación catastrófica a nivel mundial pero un regalo de tiempo a nivel personal.

Si comenzáramos a ver el lado positivo de las cosas y pensar en todo lo que ahora podemos hacer y dentro de un tiempo no, no solo seríamos más felices, sino que de verdad aprovecharíamos más el tiempo. Siempre. En cada momento. “

Fragmento del texto creado por @entrelunasylunares 

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¿Cómo puedo ayudar a los demás? por Luis Alberto González

Si alguna vez te has preguntado cómo puedes ayudar a la gente, no es casualidad, porque tal vez hayas nacido para ello. De hecho, creo que no existen las casualidades. Para empezar, si estás aquí, han tenido que suceder muchas pequeñas causalidades para ello. Quizás una de esas causalidades ha sido que algo (llámalo, naturaleza, Dios, o como quieras) ha invertido en ti, igual que Warren Buffet invirtió en Coca Cola en 1987, con el objetivo de hacerse más rico. En nuestro caso, desconozco el objetivo de aquello que ha invertido en ti, eres tú el que debe preguntarse y descubrirlo, ten paciencia y escúchate a ti y a lo que rodea.

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RÉQUIEM POR UN ABUELO ESPAÑOL POR CARLA ROYO

A lo largo de mi aún corta vida, él siempre trató de contármelo todo como un cuento; como otro no sabía, siempre usó un lenguaje simple y llano, pero atrapante. El cuento fue en ocasiones cálido y reconfortante, en otras gélido; lograba remover en cada uno de sus capítulos distintos sentimientos, pero si algo siempre hacía era despertar curiosidad e invitar a la reflexión. Yo como simple mensajera, contaré hoy intentando dar cierta coherencia temporal, el cuento que en tantas ocasiones el me narró.

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Lo importante, lo serio, y viceversa por Estela Villarabide

Dejé de escribir cuándo empecé la universidad. Había romantizado una carrera que prometía inspiradora, y a cambio encontré una cárcel que me despojaría de mis compañeras de viaje con la promesa de un futuro mejor. Aparqué la literatura y las libretas, cerré el blog y centré todos mis esfuerzos en una carrera que ni me inspiraba, ni me convencía. El sacrificio de dejar de lado todo lo que me había identificado hasta entonces valdría la pena por conseguir un expediente inmaculado, pero pasaban los meses, las notas bajaban y mi ánimo decaía. Lo único que se mantenía era mi férrea convicción de que lo serio era lo más importante.

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Educación por Sara Ajanif

¿Quién eres tú? Sé que es una pregunta que confunde, incluso tremendamente difícil de contestar pero, al final, lo hacemos. ¿Sabes por qué sabes quién eres? Porque eres alguien. Y, ¿sabes a qué se lo debes? A tu educación, lo que has aprendido, tus vivencias, tus emociones, tu forma de bailar la vida.

Me presento, soy Sara, tengo 24 años y eternos sueños y proyectos por delante. Entre ellos, uno de los más importante: ser maestra. Ser guía en un viaje intergaláctico por cada uno de los universos que cada niño tiene en su interior. Un reto emocionante, ¿verdad?

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Punto de Encuentro por Lucía Sánchez

Mi amiga Teresa me salva. No importa cuan gris sea mi día. Ella, siempre alegre y sencilla, me salva. Nos encanta contarnos la vida: cómo nos sentimos, lo que nos preocupa, nuevos descubrimientos… Juntas somos felices, aprendemos a mirar y nos hacemos mejores. Te y yo no compartimos ideología política o creencia religiosa, pero es mucho más lo que nos une: un profundo respeto, el deseo de querer y ser queridas, de mejorar, de hacernos preguntas y ayudarnos a encontrarnos. Esto fue los que nos llevó a crear Punto de Encuentro, un espacio apolítico y aconfesional para juntos profundizar en las preguntas intrínsecas a la experiencia humana; preguntas sobre la felicidad, la identidad, el amor, la libertad, la muerte, la belleza… que todos llevamos en el corazón. Queríamos compartir con otros el encuentro que nosotras vivimos en nuestra amistad.

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El arte de las musas por Miguel Armendáriz

Hola estimado lector o lectora, antes de entrar en tema quiero que me conozcas un poco. Me llamo Miguel, tengo 22 años y llevo tocando el piano desde los 7. Me defino como una sinfonía inacabada, una obra que necesita de una gran variedad de instrumentos para ser interpretada y que aún le queda mucho por aprender y experiencias por vivir para que concluya. Los diferentes instrumentos que componen la orquesta representan los diversos componentes que me definen y llevo conmigo, así como los movimientos que ya están escritos simbolizan mis vivencias pasadas y presentes. Como habrás podido adivinar, la música, la gran protagonista de este escrito, es una de las cosas más importantes de mi vida y, con este artículo, quiero compartir contigo lo que esta significa para mí. ¿Te animas?

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Solo sé que lo sé todo por Enrique Collada

Querido lector, te hago una pregunta, ¿te resulta fácil distinguir la verdad de lo que no lo es? Cierto es que la lógica nos invita a pensar que es más fácil que nunca, pues llevamos una biblioteca en el bolsillo, ¿no es así? Sin embargo, vivimos en la era de las fake-news. Y éstas no serían tan relevantes si no fuese porque nos las tragamos como sociedad, con los peligros que esto implica para la convivencia, para la democracia, para retos globales, etc.

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