Andando en círculos virtuosos
«Era inevitable: el olor a las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados…».
Tanto si le hubiesen preguntado al doctor Juvenal Urbino como a mí, la recomendación sería igual de cortante: nunca estudien una carrera de ciencias sociales o humanidades. Entender la complejidad del ser humano es entender que ninguna decisión es más o menos válida, que cualquier variable puede ser espuria. Dicho esto, espero que entiendan que no habrán verdades absolutas a partir de lo que diga ahora.
Entré a Factoría pidiendo precisamente diversidad. Diversidad de personas, de opiniones y de carreras. Yo venía de un mundo de ciencias sociales, que tanto las amo a pesar de los quebraderos de cabeza que me dan. Y me he acabado encontrando a un sinfín de personas con las que disfrutar contemplando la vida desde calidoscopios complejos, distintos, más añejos o menos, moldeados por el mismo aire o por corrientes de otros lares.