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«Miedo… ¡Allá vamos!» por Guillermo Abad

Guillermo Abad es Diseñador Industrial y de Interiores pero ante todo es un buscador de retos. ¿Su mayor motivación? Crear. Crear nuevos negocios, nuevos métodos de trabajo, nuevas ideas, nuevos vínculos personales. Guille Abad quiere ser partícipe de la creación del futuro que- jóvenes con talento como él- van a idear y desarrollar. Y no dudamos que así será. Guille Abad cuenta con una experiencia laboral que le ha permitido desarrollar tanto sus capacidades personales como profesionales y poder adquirir herramientas con las que afrontar los nuevos desafíos que nos depara el futuro de la mejor forma posible. ¿Su fórmula secreta? Su positivismo, su esfuerzo y trabajo en equipo. ¿Y qué ocurre con el miedo? Guille nos cuenta sus conclusiones tras el Seminario de Miedos de la Sexta Edición de Factoría de Talento Adecco. ¡Allá vamos!

«El miedo es una parte esencial de nosotros. En parte, gracias a él somos lo que somos y, además, nos protege de peligros, pero ¿qué ocurre con las barreras que impone, impidiéndonos poder avanzar y evolucionar, sin darnos cuenta?

Esta pregunta es esencial que nos la hagamos de vez en cuando. Es importante reflexionar sobre ello, explorar nuestros miedos e intentar hacerles frente. No os pido que seáis como Batman y os construyáis una Batcueva con 1000 murciélagos si es ese vuestro miedo, (aunque estaría chulo…), me refiero a los miedos que nos auto-imponemos o que nos impone la sociedad en la que vivimos.

En Factoría, hemos tenido la oportunidad de poder realizar una actividad donde poder salir de nuestra zona de confort y experimentar de primera mano nuestros miedos, afrontarlos y poder descubrir que somos capaces de superar cualquier situación con la confianza y la ayuda de los demás. El apoyo y la confianza en los momentos más oscuros son los pilares fundamentales para poder enfrentarnos a cualquier reto. En mi caso, desde que era muy pequeño he tenido que convivir con todo tipo de miedos, era una persona muy tímida con muchísimos complejos, pero gracias a mi familia y a mis amigos más cercanos, he podido ir creciendo y madurando, descubriendo cuáles eran mis puntos débiles, para así trabajarlos e intentar que desaparezcan. Es un proceso largo y duro, de mucha introspección y donde la confianza en los que te rodean es esencial. Por todo esto, al realizar esta actividad, pude observar de primera mano cómo soltarte y contar tus miedos a una persona que te quiere ayudar, es muy gratificante. Compartirlos con los demás te hace sentir más liberado y confiado en ti mismo, haciendo que puedas llegar a conseguir las metas que te propongas.

El miedo al fracaso es otro punto importante sobre el que me gustaría reflexionar. Durante mi vida he tenido la suerte de fracasar en multitud de ocasiones. Sí, sé que parece contradictorio usar la palabra “suerte” para referirse al fracaso, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta de que, si no hubiese sido por esas supuestas decisiones erróneas, no hubiese podido aprender lecciones de vida que me han servido de mucha ayuda. Creo que es esencial extraer lo positivo de todas las cosas y que, si haces algo de manera equivocada, no hay que mirarlo como un fracaso, sino como una oportunidad para aprender y mejorar.

Por otro lado, en mi opinión, es de vital importancia desarrollar nuestro pensamiento propio. A lo largo de mi corta experiencia, me he dado cuenta de que es imprescindible escuchar y leer opiniones de todo tipo. Filtrarlas para solo escuchar lo que quieres oír solo genera extremismos e ideas erróneas o incompletas. Para conseguir de verdad estar libre de estos miedos sociales que nos imponen, es imprescindible relacionarte con personas de todo tipo de condición y pensamiento, para, una vez conocidos todos los puntos de vista poder generar una opinión crítica y razonada propia. Es esencial alejarse de los autoritarismos, de la intolerancia o de las directrices sociales que muchas veces quieren imponer bajo el lema de progresismo. Mientras no se haga daño al prójimo, nadie puede decir si es malo o bueno, solo respetarlo e incluso aprender de ello.

Quiero dar las gracias a todos mis compañeros y a Pablo Burgué, miembro del equipo de Factoría, por ayudarnos a compartir nuestros miedos, aprender unos de otros y así, juntos, derribar muchos de las barreras que teníamos guardadas en nuestro interior.»

Guillermo Abad, 

Finalista de la Sexta Edición de Factoría de Talento Adecco