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los 5 beneficios del ejercicio en la mente

Una de las cosas que comparten muchos de los talentos del programa Factoría de Talento, es la afición por el ejercicio físico, de muchos tipos y muy diversos…  es por eso que nos hemos preguntado ¿Será casualidad o causalidad? Y hemos encontrado la respuesta: una parte de su talento, está en su mente, sí, pero la otra, sin lugar a dudas está en su cuerpo y en su pasión por fortalecerlo.

Hemos recuperado algunas líneas de investigación que demuestran que la actividad física hace que aumente el abastecimiento de sangre en el cerebro, lo que implica a su vez mas oxígeno y energía, y la consecuente mejor actividad del órgano del pensamiento.

Cuando hacemos deporte, estamos combinando el ejercicio y el aprendizaje, y un mayor suministro de sangre además favorece que mejoren las conexiones cerebrales… total, que estamos más activos, y nuestro cerebro desempeña mejor su función ¡Todo tiene su porqué!

¡Pero cuidado! porque el cuerpo se oxida, es como una máquina en la que interactúan muchos factores, entre los que está cuerpo, y este se puede entrenar y preparar pero ¿qué pasa cuando deja de prepararse? Todas estas conexiones cerebrales y mejoras que hemos producido en nuestra actividad cognitiva se pierde rápidamente.

Así que, no vale con salir a correr un par de semanas… lo sentimos, hay que ser constante, algo que, por otra parte, no debería resultar difícil para una persona talentosa.

¿Qué pasa si dejamos que nuestro cuerpo se relaje o somos sedentarios desde siempre? Pues que ni nuestro cuerpo ni nuestra mente realizarán su trabajo de forma completamente eficiente. Y sobre todo, que no tendremos estos beneficios y efectos psicológicos que movernos y hacer un poco de esfuerzo, dentro de nuestras posibilidades, nos puede aportar, según las investigaciones que así lo demuestran:

1. Reduce la ansiedad: Así es, el ejercicio produce una disminución del estado de ansiedad y depresión.

2. Hasta luego, estrés: Las personas que hacen deporte son más fuertes ante el estrés, la preocupación, la inquietud, la tensión… estos son sentimientos mejor afrontados cuando hacemos algo de actividad.

3. Mejor rendimiento en nuestra actividad diaria: ya sea estudiar, trabajar, escribir, cualquier actividad diaria cerebral mejorará, y con ello nuestros resultados académicos y laborales, también.

4. Mejoramos nuestra función ejecutiva: Esta función ejecutiva es el término utilizado por algunos psicólogos para nombrar la capacidad de hacer planes a futuro y cambiar de una tarea a otra de forma eficiente. Nos hace flexibles. Es un beneficio curioso y bastante importante para nuestro entorno cambiante ¿Verdad?

5. Aclara nuestra mente, lo que deriva en un mayor autocontrol, nos sentimos más capaces de controlar nuestra vida y nuestras decisiones.

En definitiva, la actividad física nos pone en forma el cuerpo y la mente, que se preparan conjuntamente para funcionar de forma lo más óptima posible. Así que ¡ya sabéis talentos! Para ser realmente eficientes con vuestras capacidades, se debe procurar, en la medida de lo posible, mantener un ritmo de vida activo y realizar algún tipo de ejercicio diario.

Pero cuidado, siempre teniendo presente que se debe ajustar el deporte a la tolerancia de cada uno al esfuerzo, al cuerpo y a las capacidades físicas, no todos somos iguales ¡afortunadamente! Ni en mente ni en cuerpo.

Una actividad física adaptada y constante no solo fortalece nuestra mente, sino que aumenta nuestro sentimiento de positividad, y nos ayuda a ver la vida desde otras perspectivas; además, como todo, compartido, es más… ¡a engañar a alguien y a moverse!