«SOLO UNA TEORÍA MÁS» POR JORGE ROS
A Jorge Ros, nuestro ingeniero aeronáutico cantautor de la VI Edición de Factoría de Talento le encantan las teorías. Os dejamos con su teoría de la exigencia por el entendimiento… Solo se trata de una teoría más. ¿O quizá no?
Los que me conocen saben que me encanta elaborar teorías. Estas teorías son como columnas de una gran estructura sobre la que he montado mi concepción del mundo, de los demás y de mí mismo. Siendo sincero, realmente lo importante para mí es que esas teorías sean coherentes y tengan sentido. A veces son simples verdades transitorias, parches a aquello que necesito explicarme de alguna manera; en otros casos, algunas de esas teorías son pilares fundamentales, casi inamovibles, sobre los que de alguna manera se apoyan incluso otras teorías, pudiendo, en ocasiones, modificarlas.
Lo curioso es que según va pasando el tiempo, noto que hay columnas que desaparecen y pilares que crecen. Algunos, que una vez fueron pilares, ahora se reducen a columnas tan delgadas que no me extrañaría que se rompieran. Otras, sin embargo, siguen siendo tan gruesas y fuertes como el primer día o, de hecho, más.
Desde hace unos meses, hay un nuevo pilar que ha ido adquiriendo cada vez más fuerza: la teoría de la exigencia por el entendimiento. No me las daré de filósofo; no deja de ser una versión de lo de los derechos y los deberes. Ya sabéis, que aparejado a todo derecho, encontraremos siempre un deber asociado, y no se podrá disfrutar o exigir lo primero si no cumplimos lo segundo. Pues bien, en este caso el derecho es la exigencia y el deber, el entendimiento.
Si queremos exigirnos mucho a nosotros mismos no está mal, pero siempre que primero hayamos pasado por entendernos: entender qué nos motiva, qué nos mueve, qué queremos, cuáles son nuestras prioridades, qué nos hace felices, entender cómo somos. Así, entendiendo qué nos motiva, nunca nos exigiremos de más en algo que no nos ilusiona o no nos hace felices. Entendiendo cómo somos, sabremos cuáles son nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles, pudiendo exigirnos de forma que seamos más compresivos con los débiles y podamos subir el rendimiento de los fuertes.
Si queremos exigir a los demás y al mundo, tendremos que entenderlos antes. Entender cómo son los demás, cómo reaccionan, cómo impactamos en ellos, qué les motiva, por qué actúan como lo hacen y por qué, a veces, es diferente a cómo lo hacemos nosotros. Solo así podremos exigir a los demás, porque entonces sabremos que nuestras exigencias son coherentes, que tienen sentido y que estarán bien planteadas.
Esta es la teoría de la exigencia por el entendimiento. Infinita gratitud a esas personas que he conocido estos últimos meses y que me han enseñado todo esto: que si hago el esfuerzo por entender, tendré el derecho a pedir y a exigir al mundo todo lo que quiera conseguir.
Agradecido, porque gracias a ellos hoy entiendo un poco más.
Jorge Ros, Finalista de la VI Edición de Factoría de Talento Adecco