«Un trocito de mi» por Elena Campillo
Mi nombre es Elena Gomez del Campillo y una de mis pasiones es escribir, sobre el “todo” o la “nada”, eso da más igual… porque lo único que importa es que cada escrito es un trocito de mi, cada uno de ellos es mi mejor carta de presentación…
¡Hola! Quizás no me conozcas, yo seguramente a ti tampoco, así que estamos en igualdad de condiciones… pero hoy me han dado la ocasión de escribirte algo y, la verdad, no me apetece malgastar esa oportunidad… ¿te apetece leerlo?
Me gustaría presentarte a una persona, pero no a una de esas personas que pasan sin pena ni gloria por tu vida…sino que me gustaría que conocieses a una persona que ha marcado un trocito de mi vida… ella no lo sabe, como tampoco lo saben las personas que suelen marcar las vidas de otras, sin embargo, creo que se merece una pequeña mención.
Pero un momento, ¿no creerás que voy a desvelarte su identidad no?
Mi objetivo no es que reconozcas a esa persona, sino que tu sepas identificar en tu vida una persona que te marque, a su manera, como lo ha hecho ella en mi vida. ¿Te atreves a descubrirla?
El primer día de Factoría, una amiga, Irene, nos contó una historia: “la leyenda del hilo rojo”, ¿la conoces?
Es esa que dice que existe un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar o las circunstancias… Lo que yo no intuía tras ese relato es que un par de horas más tarde y más claramente un par de días después, identificaría por primera vez un hilo rojo en mi vida.
Se trata de una persona con la que puedo estar hablando horas y horas y no hay silencios, no porque sean incomodos, sino porque los llenan las palabras, las historias, las experiencias, los aprendizajes que van saliendo de nuestras conversaciones… donde perdemos la noción del tiempo y vamos intentando alargar los minutos antes de volver a nuestras rutinas. Es una persona con la que comparto gustos, aficiones y pasiones por la vida… ¿vas identificando ese sujeto en tu vida?
En un tono más íntimo, te diré que de esa persona yo he aprendido muchas lecciones, pero de entre ellas extraigo concretamente una que me marcó especialmente y que hoy comparto contigo: y es que la vida te enseña lecciones muy importantes en tiempos muy cortos, al final tal como me dijo: “la vida son momentos, experiencias que van conformándonos y modulando la estructura de nuestra personalidad, es atreverse a cuestionarse el camino, atreverse a nadar a contracorriente, a mirar con humildad…”¿Qué te ha enseñado a ti quién está al otro lado de tu hilo rojo?
Te comento esto, porque me encantaría que reconocieras a la persona que marca esos momentos en tu vida, con la que compartes experiencias y que te ayuda a modular tu personalidad con lecciones como las que te acabo de contar.
Con la que cuestiones conjuntamente los distintos caminos, siempre acompañadas de humildad…
Que en esa persona reconozcas lo que Albert Espinosa llamaría tu amarillo. Ese amigo que es extraordinario, con el que sabes que tienes una conexión fruto de ese hilo del que antes te hablé, un hilo que se estira o se contrae, pero que es tan indestructible como vuestra amistad, como la conexión que habéis creado….
Y ya para terminar solo invitarte a que además de que reflexiones sobre a quién le corresponde una definición parecida en tu vida, aprendas de ese sujeto y que siempre que puedas le enseñes y aportes.
Pero sobre todo, por favor, no dudes darle las gracias por estar siempre al otro lado de ese hilo que probablemente os una gran parte de vuestra existencia y de vuestra vida…
Y tú, ¿ya la has descubierto?