Amar y ser amados por Mercedes Prado
«Se habla continuamente de lo distintos que somos todos. Pero no señor, eso es mentira. En el fondo somos todos iguales y todos buscamos una cosa: amar y ser amados«. Es una frase que repitió Daniel Blanco un par de veces en la tarde del día de ayer. ¿Y puede ser que esa búsqueda sea algo tan sencillo? ¿Se puede reducir toda nuestra vida a esa afirmación?
Así nos lo cuenta Daniel Blanco, un ejemplo a seguir en muchos aspectos, hablando sobre arriesgarse por lo que uno quiere, ser fiel a los principios de uno mismo y amar a los demás.
Tras 8 años de carrera como periodista, lo deja todo para convertirse en escritor. Es admirable ver como alguien se arriesga y toma decisiones, de esas que te cambian la vida, apostando por lo que le puede hacer feliz. En muchas ocasiones, dejamos que el vértigo nos ciegue y nos bloquee. Algo que, de algún modo, nos impide dar el paso. Y ha sido increíble poder ver a alguien que lo ha hecho y habla tan apasionadamente de lo que hace. De cómo lo dejó todo, teniendo los apoyos contados, para dedicarse a aquello en lo que más podía aportar a la sociedad. Al final, de eso se trata. Todos tenemos una misión en la vida, y Daniel la había encontrado. Daniel lo contaba de tal forma que le brillaban los ojos cada vez que decía algo sobre un libro, sobre el poder de la lectura o la época tan distinta en la que vivieron sus abuelos…
Conocer personas así, creo que es lo que los jóvenes necesitamos en este momento. Estamos en una etapa de nuestra vida en la que nos comemos la cabeza por pensar qué acabaremos haciendo en un futuro, cuál será el trabajo de nuestras vidas… Y muchas veces lo enfocamos mal. Yo por lo menos, así lo hago. Nos pasamos el día planeando cada paso que vamos a dar, como si todo estuviese en nuestras manos desde el primer momento. Daniel contaba, que iba conociendo a sus personajes a medida que iba escribiendo el libro. ¿Por qué nos empeñamos muchas veces en hacer lo contrario? Por eso, os animo a los que seáis como yo, a hacer como Daniel. A ir conociendo cada cosa que pase a medida que vivamos nuestra historia. Creo que es fascinante como nos sorprendemos a nosotros mismos. Con esto por supuesto no me refiero a dejar nuestros objetivos de lado, sino a hacerlo centrándonos en disfrutar del camino, poniendo ese amor, esa pasión y esas ganas en los pequeños detalles, con la motivación de que siempre se pueden hacer las cosas de mejor manera.
A todo esto se suma el mensaje de no tirar la toalla, por algo que veamos importante. Que aunque posiblemente haya cosas muy atractivas que nos llamen a lo contrario, no perdamos nunca la esencia de lo que somos. Al fin y al cabo, «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo, si se pierde a sí mismo?» Lucas 9:25
Mercedes Prado tiene 22 años, es estudiante de ADE en inglés en la UC3M y finalista de la V Edición de Factoría de Talento Adecco. Está empezando a desarrollar a marca de accesorios Mahiki, y forma parte del proyecto «Descajónate», dentro de Factoría. Le encanta reírse, que es sanísimo, y se emociona fácilmente. Intenta disfrutar de todo en todo momento. Por poco que parezca, es algo que contagia. Y algo que aprendió de su abuela, siempre con una sonrisa en la cara.