Atrévete a salir. Por Carmen Huidobro
Carmen Huidobro, es estudiante de Ciencias Ambientales y voluntaria en la asociación Erasmus Student Network de la Universidad Autónoma de Madrid, fue seleccionada para formar parte de IV Edición de Factoría de Talento y se describe, principalmente, como una amiga que estará siempre ahí cuando la necesites, y como una persona que, ante todo, no se conforma con llevar una vida corriente.
Preguntamos a Carmen sobre alguno de aquellos mensajes que, de todos los que se les lanzan durante las formaciones de Factoria de talento, le había llegado de una manera especial… y esta fue su respuesta: ¡Tenemos que atrevernos a salir!
CUÁNDO ENTIENDES EL SIGNIFICADO DE «ZONA DE CONFORT»
Imagino que muchos de los que leáis éste post habréis oído hablar de algo a lo que llaman “zona de confort”, que es básicamente el entorno que conoces, que dominas, del que sabes sus cosas buenas y sus cosas malas. También imagino que habréis oído hablar de la importancia de salir de esa zona, que fuera es donde está la magia, que nos perderemos muchas cosas si nos quedamos allí dentro.
Os lo cuento porque yo también había oído hablar mucho del tema, aunque no tenía ni idea de lo que significaba. A ver, pero si yo ya hago muchas cosas que me resultan difíciles día a día ¿Acaso eso no cuenta como “salir” de la zona de confort? ¿Cuándo voy a saber si he salido? ¿De qué magia me están hablando? ¿Exactamente dónde está la dichosa zona? No entendía nada. Hasta que un día sí entendí algo.
Y no lo digo como si un día me hubiera levantado con una relevación mística ni nada parecido, simplemente me di cuenta de que ahora me atrevía a hacer cosas que antes me costaba muchísimo más hacer o, incluso, plantearme hacerlas si quiera.
MOVERSE NO ES SOLO MOVIMIENTO
Aunque fuera muy activa, en realidad seguía moviéndome por el mismo entorno. Es decir, me movía por situaciones desconocidas, pero dentro de un mismo marco, por lo que tampoco había tantos cambios. No daba tanto miedo sabiendo que seguiría teniendo a mis amigos… a todo lo conocido como siempre. Seguía en mi zona cómoda.
Sin embargo, un día aparece la oportunidad de hacer un gran cambio, de estos de los que asustan. De estos en los que las cosas que tenías aseguradas se ven un poco más difusas. Y en el fondo quieres dar ese paso, pero quizás por miedo, por no saber si serás capaz, si realmente merecerá la pena… no te atreves. Y dudas, y quizás decides no arriesgarte. O quizás decides que ya es hora de hacerlo. Y eso fue lo que yo pensé. Decidí que, aunque me diera miedo y me costara trabajo, me arrepentiría de no intentarlo y que, en el fondo, tenía muchas ganas.
EL VALOR DE SALIR TE HACE VALIENTE
De esa forma me aventuré a hacer algo totalmente distinto, de lo que no conocía nada y de lo que toda referencia sabía a poco. Y aunque no me diera cuenta, ni si quiera estando allí, estaba saliendo de mi zona de confort. Porque, en mi caso, me atreví a irme un año fuera, y podría escribir mil páginas sobre todo lo que viví y aprendí gracias a ello. Podría escribir sobre cómo todos esos miedos del principio ahora parecen nada, y de cómo me ha hecho ser más valiente y ver el mundo de otro modo.
Pero en éste post os quería contar como, a veces, da miedo aventurarse a hacer cosas nuevas, a dar el paso hacia lo desconocido. Y que, a veces, te atreves, y no sólo sales de tu zona conocida, si no que toda la magia que encuentras después y vives durante el proceso, te marca y te guía en los pasos siguientes.
Así que gracias por leer todo este rollo, y seguid buscando nuevas aventuras como sólo vosotros sabéis.