Diego García-Miguel Higuinen, un talento viajero
Diego García-Miguel es uno de los talentos seleccionados en la segunda edición de Factoría de Talento Adecco. Estudió en el Liceo Francés de Madrid y ha finalizado sus estudios de Ingeniería de Caminos en la Universidad Politécnica de Madrid, donde además llegó a ser Presidente de una de las asociaciones más activas. Después de su intercambio académico en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, actualmente está realizando unas prácticas en el Sector Bancario en Ginebra, Suiza. Diego se define como una persona alegre, activa y comprometida.
- Hola Diego, ¿Qué tal? Nos hemos encontrado con que los talentos son más viajeros de lo que podíamos pensar, y en concreto en tu caso, parece que el viajar no te ha venido nada mal después de tu paso por el programa… cuéntanos:
Es que viajar es salir de tu zona de confort, descubrir mundo y arriesgar en positivo, algo que nos une bastante en Factoría! Y sí, he tenido la suerte de estudiar un semestre en la EPFL en Lausana, que es una pedazo de universidad, muy exigente, pero muy enriquecedora… Tenemos mucho que aprender del sistema educativo suizo!
- ¿Cómo acabaste allí? ¿Qué te llevo a decidir irte realmente?
Tenía claro que para crecer como persona había que salir de España, y no solo de vacaciones precisamente. Creo que nadie vuelve de un Erasmus pensando que ha perdido el tiempo, y es algo que ya puedo confirmarte (…sonrisas). Si a eso le añades un buen destino dónde también crecer académicamente, tienes un balance espectacular.
- ¿Recuerdas cuáles eran tus miedos tus expectativas, lo que querías que pasase al llegar allí?
La cuestión es que hasta que no te plantas solo con tus maletas en destino no te haces a la idea de que realmente te has ido. Es una sensación extraña, pero no lo calificaría como miedo… Mis expectativas eran varias pero sobre todo dos; conocer a gente de todos los rincones del mundo y aprovechar la vida estudiantil de manera activa.
- ¿Se han cumplido todos esos sueños? ¿Has vivido algo que no esperabas?
Con creces. Hoy tengo amigos de países que ni sabía que existían, de culturas y religiones distintas a las mías, personas con las que cualquier conversación se vuelve apasionante, pero con las que a pesar de todo tienes mil cosas en común.. Con respecto a la vida estudiantil también, estuve colaborando en AIESEC y en la feria de empleo universitaria más grande de Suiza, el Forum de la EPFL.
- ¿Qué has descubierto allí que no supieras antes de irte y que quieras compartir con nosotros?
Aprendes a conocerte a ti mismo un poco más, descubres que al final estás “solo” allí y que sin actitud no cambian las cosas, aprendes a resolver problemas cotidianos… En definitiva, aprendes a vivir y a ser independiente.
- ¿Cuál será tu siguiente paso? ¿y tu siguiente reto?
En febrero me dieron la oportunidad de hacer unas prácticas en el sector bancario en Ginebra, donde llevo viviendo 6 meses. Ha sido una segunda experiencia genial en menos de un año, y diferente por ser ya mundo profesional. Estoy trabajando en Trade Finance de Commodities y he descubierto la profesión a la que me quiero dedicar los próximos años!
A partir de septiembre empiezo un Máster público-privado en Comercio Internacional y Finanzas en la Universidad de Ginebra al mismo tiempo que realizo un Graduate Program por distintos departamentos en la empresa en la que trabajo ahora. Va a ser intenso, pero seguro que merece la pena!
- Quieres compartir una conclusión con nosotros sobre todo lo que nos has contado? Me encantaría que compartieras tu talento con nosotros hoy especialmente, pero una vez más… ¡Muchas gracias talentoso!
Sería muy pretencioso por mi parte pensar que una conclusión que es válida para mí puede serlo también para los demás, así que con mucha prudencia me gustaría recalcar tres cosas muy personales que han sido esenciales para mí durante estos años.
La primera: salir, salir y salir. Estamos en un mundo global, que cambia cada vez más rápido. Hay que ser curiosos, viajar, conocer, debatir, buscar y atreverse. No es fácil al principio, pero creo que merece la pena.
La segunda: exponerse. No vale solo con ir, hay que ponerse a tiro! Las oportunidades pocas veces vienen solas, casi siempre hay un camino hecho por ti previamente. Participa, actúa, pregunta, intenta, insiste, vuelve a intentar, lucha.. así hasta convencer a la persona que va a darte tu próxima oportunidad. Y entonces, atrévete también a cogerla y disfrutarla.
Por último, cuídate, no descuides lo más importante, que en mi caso son la salud física y espiritual. No merece la pena aceptar algo, por bueno que parezca, si significa renunciar a tu relación contigo mismo, con la gente a la que quieres o con Dios. Mantén siempre los pies en la tierra, ya sea para hacer ejercicio físico, social o de humildad.