¡Conéctate al talento!
Estamos viviendo una revolución no sólo de carácter tecnológico, que estamos hartos de oírlo, sino, afortunadamente es una revolución que trasciende a otros muchos ámbitos y perspectivas. Se trata de una transformación que va más allá de los aparatos que usamos, y llega hasta la forma en la que nos relacionamos. Cambian las máquinas, cambian los procesos, y en esta ocasión, debemos cambiar la forma en la que vemos y nos relacionamos con las personas en todo este nuevo ecosistema.
Eric Hoffer dijo con mucha razón, y ahora más que nunca: En tiempos de cambio, quienes estén interconectados y abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe.
La tecnología es la herramienta que ha venido para reconstruir nuestro mundo, pero saber manejar la herramienta no da la capacidad, la clave en estos casos, y el aspecto más fundamental, es saber exactamente en qué podemos usarla para que resulte una ventaja.
¿Qué necesitamos? parece que cualquier nueva herramienta o elemento informático es una necesidad de ámbito personal, cuando en realidad, lo relevante, de todo el nuevo mundo que se abre ante nuestros ojos, es la capacidad que éste nos da para conectarnos y comunicarnos en otros muchos ámbitos.
No se habla más que de la interconexión necesaria con el cliente, del feedback, de escuchar a tus usuarios, como empresa o como emprendedor. Pero ¿y si no bastara esa escucha? Deberíamos aspirar a poder conectar las ideas y el talento para conseguir la verdadera revolución.
Aquí es donde las empresas hoy en día prestan más esfuerzo: en conectar personas con personas poniendo las nuevas herramientas disponibles a la disposición de aquellos que pueden cambiar el mundo a mejor.
Ahora solo falta una cosa en la fórmula, que los jóvenes y las personas con talento que están destinadas a cambiar el mundo, tengan la voluntad de conectarse, ya que disponen de la manera para hacerlo.
¿Cómo podemos entonces ayudar a cambiar la mentalidad para gestionar la tecnología para conseguir un mundo realmente más conectado en el sentido técnico y humano de la palabra?
- Conociendo nuestro sistema: A veces tener datos no es suficiente. Se nos pide la capacidad de sintetizar, extraer los que nos interesa e interpretarlos para poder conocer y usar realmente la información.
- Teniendo nuestra mente abierta: hay que construir algo nuevo, donde ahora está lo antiguo. Para ello, tenemos que destruir sistemas y crearlos otra vez con las nuevas capacidades y herramientas que tenemos a nuestra disposición. Necesitamos aprender y estar dispuestos a pensar fuera de la línea, porque para crear cosas distintas, hay que pensar de forma diferente. En definitiva, aprovechar la posibilidad que se nos está dando de construir la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno laboral y personal.
- Aplicando la tecnología en nuestros procesos: de forma eficiente, siendo conscientes de cuál es la necesidad que queremos cubrir. Como cualquier herramienta, la tecnología puede convertirse en nuestra arma de trabajo, o en un ladrón de tiempo, y por tanto nuestro peor aliado. Es necesario ser consciente de para qué y cómo estamos usando todo lo que los dispositivos nos permiten tener a nuestro alcance.
Definitivamente, la transformación ha llegado al ámbito “personas” en el mundo profesional. Debemos ser conscientes de que tenemos dos opciones ante este hecho: podemos ser partícipes en la creación de la forma en la que aprovechamos la tecnología para comunicarnos y relacionarnos, o podemos ser seguidores de los sistemas que otros creen. La diferencia entre ambas opciones estará en el grado en el que estemos dispuestos a compartir, a conectarnos con los otros, y con el talento.