La ladrona de libros y Factoría de Talento
La novela de Markus Zusak llevada al cine y conocida como «La ladrona de libros«, cuenta la historia de Liesel Mamminger, una niña de 9 años adoptada por una familia obrera alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Gracias a la ayuda de su padre adoptivo y su propia osadía, “tomando prestados” numerosos libros en la casa del alcalde, la joven aprende a leer y compartir sus lecturas con un refugiado judío llamado Rudy que se esconde en su casa.
Sin duda, los libros y el afán de la protagonista por aprender a leer, centran una historia ambientada en una cruda guerra que propicia el resto del aprendizaje de la chica.
Precisamente en ese contraste de experiencias, se basa nuestra reflexión… ¿qué pesa más en el aprendizaje de un joven? ¿lo que estudia o lo que vive?
Si extrapolamos el ejemplo de Liesel a nuestro día a día empresarial, sabemos que es una necesidad de hoy, adquirir ciertas competencias acordes a la exigencia competitiva de las organizaciones. De ahí que el promover habilidades relacionadas con la autonomía, la resolución de problemas, la capacidad para tomar decisiones o dirigir nuestras propias acciones, cobran un alto valor.
Para el logro de estas competencias, las teorías pedagógicas concuerdan en que el aprendizaje activo o experiencial, es una estrategia muy útil ya que permite profundizar en la observación de los efectos que tienen nuestras acciones. A raíz de esta observación se analizan las consecuencias derivadas de nuestros actos y se extrapolan a otros posibles escenarios de modo que, se pueden llegar a inferir los principios que produjeron los resultados y modificar futuras tomas de decisiones.
En línea con lo anteriormente descrito, merece la pena resaltar la importancia que para un proyecto como Factoría de Talento tiene, trabajar con los jóvenes el desarrollo de competencias que aseguren el éxito en su futura inserción laboral.
Siguiendo la estela de autores como Bruner, Piaget o Ausubel, entre otros, en Factoría de Talento se trabaja para que el aprendizaje más adecuado no sea el que debe ser aprendido tal como otros nos lo presentan, sino aquel que descubre quien aprende, haciendo, actuando, imitando y manipulando.