Charla con Víctor García, coach en Factoría de Talento.
Ldo. en Ciencias Empresariales y Coach Ontológico Empresarial por Newfield Consulting, Víctor acumula más de quince años de experiencia en el mundo de la Consultoría y los Recursos Humanos. Participa activamente en Factoría de Talento. Hoy vamos a descubrir, cómo.
Creo que eres coach certificado por Newfield Consulting, ¿puedes contarnos qué es eso del coaching y cómo se aplica en este proyecto?
Para mí, el coaching es un proceso de acompañamiento, centrado en las necesidades y deseos de la persona que lo recibe (Coachee). En función de lo que dicha persona reconoce como dificultades, limitaciones y obstáculos, y lo que señala como objetivos o expectativas, el Coach ‘conduce’ un trabajo de indagación, escucha y ayuda para que el propio Coachee adquiera una perspectiva más amplia acerca del origen de sus dificultades, y encuentre alternativas de acción que le permitan acometer y alcanzar de manera más poderosa su objetivo. En concreto, en la escuela Ontológica en la que me he formado, se propugna como valor añadido ayudar al Coachee no sólo a encontrar dichas alternativas de acción, sino a un nivel más profundo, facilitarle un proceso de transformación personal que le ayude primero a comprenderse mejor como individuo y después a transformar su visión del mundo y de sí mismo (cómo lo ‘mira’ y cómo se relaciona, con el mundo y consigo mismo, y qué resultados le traen estos factores) para estar más preparado al afrontar esas nuevas líneas de acción.
Este trabajo se articula a través de sucesivas ‘conversaciones’ o sesiones de 60’-90’ con una frecuencia variable según cada protagonista.
¿Qué aportaciones proporciona un proceso de coaching a un joven que da sus primeros pasos tras la universidad hacia el mundo empresarial?
Principalmente, y en primera instancia, una amplitud y profundidad de miradas distintas, a la persona que es a día de hoy, y a la interpretación que han elaborado sobre el mundo por sus experiencias hasta la fecha.
Después puede ayudar a centrar los deseos y expectativas, acompañar para encontrar un sentido de dirección por el que apostar personalmente, encontrar un camino que motive y llene personal y profesionalmente.
Es en suma, una oportunidad de descubrimiento, introspectivo y hacia ‘afuera’, que puede potenciar exponencialmente el proceso natural de madurez que cada persona recorre en el devenir de su vida.
En un plano más concreto y directo, el coaching ayuda al joven a definir mejor sus prioridades, apuntar mejor sus vocaciones, descubrir sus fortalezas y ‘debilidades’ profundas a la hora de relacionarse con el mundo en el que vive. Con todo ello se desarrolla una percepción más consciente de las consecuencias posibles de sus elecciones vitales en relación con todos los aspectos, y se clarifican las vías prácticas de acción y los posibles resultados.
¿Existía un conocimiento previo de esta actividad entre vuestros jóvenes Coachees antes de comenzar el proceso de coaching con ellos?
Yo diría que ‘habían oído campanas… pero no sabían dónde…’ (sonrisas). El coaching se está popularizando, por suerte, pero a la vez en algunos foros mediáticos se está banalizando por utilizar la palabra para muy diversos usos. A la vez, al ser un campo abierto por definición, desde las diferentes escuelas con diferentes enfoques podemos estar creando, sin mala intención, expectativas muy distintas de lo que significa. Por ello la primera sesión con mis Coachees, después de escuchar su conocimiento previo sobre el tema, la centramos en primera instancia en dimensionar qué podían esperar de este proceso desde la metodología en la que yo mismo fui formado y el enfoque de trabajo que haríamos. En todo caso, el coaching para mí es sinónimo de incertidumbre, del misterio de la vida, e intentar limitar eso en exceso quizá sea matar su espíritu…
¿Cuál está siendo su receptividad?
Buenísima, creo que están entrando paulatinamente en el ‘misterio’ de lo maravilloso que es el ser humano y el mundo en el que vivimos. Es muy satisfactorio acompañarles en el camino, viendo cómo van evolucionando desde cierta confusión y extrañeza por lo que el proceso les genera, hacia más claridad y comprensión de sí mismos y lo que les pasa. Vamos profundizando en lo que pueden hacer ahora para conseguir sus deseos y expectativas a través de sus actuaciones.
¿Puedes decirnos qué cualidades según tu criterio pueden definir el talento?
(…sonrisas..)… difícil pregunta. El talento creo que es algo inefable en el fondo, se escapa de estructuras y rigidices que intenten aprisionarlo… Si me atrevo a esbozarlo sería únicamente de forma situacional. Por tanto en el contexto del proyecto Factoría de Talento, lo resumiría desde mi perspectiva en los siguientes factores:
1. Ganas (Pasión)
2. Curiosidad
3. Inconformismo
4. Dinamismo, movimiento
5. Proactividad (tomar las riendas de tu vida, asumir lo que te pasa y actuar)
6. Disposición y Capacidad para Aprender, para Cambiar
7. Acción, convertir las ideas en resultados
Nos despedimos de Víctor con un deseo que hace extensivo a todos: “Muchos besos, cariño y amor para todos en este camino de la vida que compartimos.”