Tu empleabilidad llega hasta donde tú quieras.
Me preguntaban el otro día algunos jóvenes, qué valores o cualidades buscaban los profesionales de los procesos de selección a la hora de reclutar candidatos. En un primer momento se me vinieron a la cabeza numerosas competencias que podría haber repasado una a una, pero me centré en una que por su significado y lo que conlleva considero de mucho interés para cualquier persona que busca empleo o quiere desarrollarse en su puesto de trabajo, y es la empleabilidad.
Entendida como la habilidad para estar empleado, podemos definir a las personas empleables como aquellas que aglutinan una serie de capacidades requeridas específicamente para conseguir un trabajo, mantenerse y desarrollarse en él.
Tanto si trabajas como si estás buscando empleo, cuanto más conocida sea tu capacidad y tu potencial, más sencillo será encontrar oportunidades laborales de desarrollo real, bien dentro de tu propia empresa, bien en nuevos escenarios profesionales.
Tendrás que demostrar que eres una persona comprometida, seria y responsable, capaz de sacar adelante aquellas tareas que se te encomienden. Y por el camino irás tejiendo lazos con personas de tu entorno que después podrán valorarte. Lo importante siempre es dar lo mejor de uno mismo, estés donde estés, sea el trabajo de tu vida o no, porque al final ésa será la huella que dejemos.
Un esquema interesante de la persona empleable podría ser éste que proponemos y que recoge las siguientes habilidades:
Iniciativa y emprendimiento: entendida como la capacidad para adaptarse a nuevas situaciones y traducir ideas en acciones.
Gestión de proyectos: capacidad para marcar objetivos, organizar la información y desarrollar los proyectos.
Trabajo en equipo: Identificando objetivos y colaborando con otros para su consecución.
Capacidad para estar en permanente formación, ampliando conocimientos y mejorando su desempeño.
Proactividad, para proponer nuevas ideas, para facilitar soluciones a las incidencias, para emprender…dentro de una organización o fuera de ella.
Versatilidad, Una persona versátil está en condiciones de responder ante distintos desafíos y de adaptarse a todo tipo de contextos. Por este motivo es un valor que los empleadores suelen tener en cuenta a la hora de contratar a alguien.
Una actitud positiva. Esa facilidad de la gente optimista para ver el vaso medio lleno, es un grado en el complicado mundo empresarial donde siempre hay que tomar decisiones afrontando a veces complicadas situaciones. Una actitud positiva fomenta la creatividad, la capacidad para establecer buenas relaciones con jefes y compañeros y sin duda será un punto a nuestro favor para futuras promociones o como fuentes de referencia laboral.